DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

SOBRE EL CAMBIO DE ÉPOCA Y LA ESPERANZA CRISTIANA

El mensaje de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se enfrenta con muchos y complejos desafíos en esta época hipermoderna. Por doquier se habla del “cambio de época” al que estamos asistiendo y que algunos han analizado de manera por demás interesante y atractiva. Pero no es sólo la Doctrina Social de la Iglesia la que está emplazada a dar lo mejor de sí, también la Iglesia y, por tanto, el testimonio cristiano en el mundo, en el que está llamado a ser “fermento en la masa”. Pero siempre ha sido así, en todas las etapas de la historia el cristianismo ha enfrentado situaciones de adversidad, de prueba, de acrisolamiento. Por tanto, no debemos desanimarnos, sino por el contrario, debemos recordar la promesa del Maestro, de estar siempre presente hasta el fin de los tiempos.


DESAFÍOS CULTURALES PARA PRESENTAR LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA COMO RESPUESTA VÁLIDA 

Teniendo presente que el cristiano lo es en razón de su encuentro con una persona viva que es Jesucristo, el hijo único de Dios que vive a la derecha del Padre, pero que viene a nuestro encuentro en la Palabra de Dios, en la oración, en la Eucaristía y en general en los sacramentos, pero también y de manera significativa en el hermano pobre y necesitado1 , en base a ello, ser cristiano hoy significa, al menos tres cosas: 

  • Tener la capacidad de leer los signos de los tiempos y descubrir el paso del Señor que está actuando (salvando) en la historia.
  • Tener capacidad de dar testimonio de Cristo y de su evangelio en el entramado de relaciones sociales cotidianas.
  • Dar motivo de esperanza ayudando a ver a los hombres que, en Cristo Jesús, no estamos condenados al mal, a la corrupción, a las injusticias, a la violencia, a la guerra y en general al pecado, sea este individual o social.
LA EVANGELIZACIÓN DE LO SOCIAL Y EL DESARROLLO 

El milieu existencial de la CIV, sobre la base de aquella sabiduría que alimenta y de la recuperación del telos humano que propicia, estimula la evangelización de lo social para proponer una visión global del desarrollo, si bien incluyendo los aspectos económicos, financieros, ecológicos, sociales, políticos, buscará ante todo la consideración de aquellos éticos, espirituales y religiosos. 

Según la CIV, y como por otra parte han subrayado varios estudiosos, la más adecuada concepción del desarrollo y del welfare no está ligada sólo a indicadores prevalentemente materiales o cognitivos, como el rédito, la garantía de habitación, la salud o la educación. Ella depende sin duda, como sostiene Amartya Sen, de la universalización de capabilities, de la «capacidad de actuar» (agency) de los ciudadanos, es decir de las diferentes posibilidades de convertir los mencionados bienes primarios en un bienestar adquirido, en una cualidad de vida satisfactoria.



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